Al conmemorarse los 150 años del fallecimiento del Libertador Brigadier General Manuel Oribe, nos sentimos con la responsabilidad de resaltar la idea, que entendemos central, en su profusa acción publica.
La Libertad, ha sido sin duda una gran motivadora e inspiradora en las diferentes facetas de ese gran militar y hombre de Estado, que tal vez abrazó en sus jóvenes años como soldado leal de Artigas y que lo acompañó hasta el sitial más alto en el que tuvo que conducir los destinos de los orientales.
La libertad fue concebida cabalmente por Manuel Oribe en todas sus dimensiones y la primera de ellas, la libertad de nuestra Nación, idea sembrada desde el artiguismo y que lo tuvo como principal actor, junto a Lavalleja en la Cruzada Libertadora y en la lucha contra la opresión extranjera.
Libertad e Independencia de nuestra patria, aunque integrada a nuestro continente, en una confluencia con el Americanismo y el Federalismo, ideas centrales también en pensamiento oribista.
Vaya si esa idea de libertad e independencia como Nación, cobran vigencia hoy, cuando a pesar de nuestra profunda vocación en la integración hispanoamericana y continental, defendemos la identidad nacional contra las presiones, injerencias y pretensiones de “tiranillos” próximos o lejanos.
La libertad del hombre y su igualdad ante la ley, cuando con una concepción cristiana de la vida y una valentía que lo caracterizaba, abolió la esclavitud, librando a nuestra sociedad de esa ignominiosa práctica que por aquella época y no hace tanto, tenía muchos defensores.
Vaya si tiene vigencia la lucha por la libertad del hombre de las pesadas y diversas opresiones que padece, a veces manifestadas en la presión del Estado, que tributaria y burocráticamente, engrilla a la sociedad, poniendo a ésta al servicio del Estado cuando en realidad debería ser radicalmente al revés.
La libertad del hombre frente a la ignorancia, fue también inspiradora de Oribe cuando funda la Universidad Mayor de la República y aún cuando crea la Universidad Menor, muchos menos renombrada pero de gran incidencia social como escuela de artes y oficios.
Vaya si hoy está vigente su idea y nos impulsa al reclamo de toda la educación terciaria, de brindar variedad y calidad de educación a nuestros jóvenes, que los prepare para los desafíos de éste competitivo siglo XXI y con la necesaria descentralización, que otorgue igualdad de oportunidades a los jóvenes del interior.
En suma, la libertad como idea central de su pensamiento y acción, continúan hoy con plena vigencia y tienen a su viejo Partido Nacional como fiel defensor.
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