miércoles, 23 de diciembre de 2009

Entrevista PRENSA CRISTIANA UY

“Pretendo ser una herramienta útil en las manos de Dios y cumplir fielmente con la misión que Él me encargue”, afirmó el legislador electo por Rivera.

Amarilla es el primer diputado evangélico en Uruguay

Copete: 691 c.

Gerardo Amarilla hace historia en el pueblo de Dios, constituyéndose en el primer diputado evangélico electo, en este caso por el Partido Nacional en el departamento de Rivera. Desde el escaño parlamentario pretende ser “una herramienta útil en las manos de Dios y cumplir fielmente con la misión que Él me encargue”.

Partidario de promover la Biblia en el sistema educativo para fortalecer en valores.

Admite que el Parlamento es un medio hostil en el cual “hay que moverse con la prudencia que tenía David, con la sabiduría que le fue concedida a Salomón y como nos aconseja Pablo ‘ser humildes como palomas y astutos como serpientes’”.

A continuación el diálogo con Prensa Cristiana Uruguay.

Recuadro Perfil. 553 c.

Gerardo Amarilla nació el 1º de febrero de 1969.

-PCuy. ¿Su estado civil? ¿Tiene hijos?

Soy casado, desde el 18 de marzo de 1994, con María Leticia Zeballos y de nuestra unión nacieron dos hijos, Micaela de 11 años y Juan Martín de 7.
-GA. ¿Cuál es su profesión?

Soy abogado desde hace 10 años ejerzo libremente la profesión y además tengo una Maestría en derecho Ambiental. Tengo el privilegio de dar clases de derecho Constitucional en la Sede Rivera de UPE y de Marco Legal Ambiental en la Tecnicatura de Recursos Naturales de la Facultad de Ciencias.

Nota A. 4817 c
Prensa Cristiana Uruguay- ¿Desde cuándo está involucrado en la política?
-Gerardo Amarilla.
Desde muy joven sentí la vocación de la actividad pública. Tal vez por el momento de vivía el país en pleno gobierno de facto, las charlas con mi padre donde nos contaba las peripecias de abuelos y bisabuelos en las revoluciones, tenían un efecto que me inflamaban de patriotismo y me impulsaban a trabajar en esa actividad prohibida por aquellos tiempos.

Ya en el plebiscito de 1980, apenas con 11 años, ya tenía un claro interés en la Reforma Constitucional que se proponía y en las elecciones internas de 1982 ya concurría a los actos y vibraba con todo el clima electoral.

En 1984, ya en el final de la dictadura, milité activamente en el Movimiento Nacional de Rocha a nivel barrial y, pasada la elección, me integré a la Juventud.

-PCuy. ¿Cuál ha sido su trayectoria política?
-GA.
En Montevideo tuve ese trabajo en la Juventud de la 504, con mucha incidencia en la organización barrial y también tuve militancia gremial en secundaria primero y luego en la Universidad. Ya en el 95 o 96 ingresé a los equipos técnicos del Instituto Manuel Oribe, trabajando en la comisión de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.

En el año 2000 fui electo edil suplente por la lista 15 de Rivera, en el 2005 fui electo edil titular por la misma lista y el pasado 25 de octubre soy electo representante nacional.

-PCuy. ¿Qué sintió en la noche del 25 de octubre cuando se confirmó que fue electo diputado por el departamento de Rivera?
-GA.
Alegría y responsabilidad. En primer lugar sentí la necesidad de agradecer a Dios en primer lugar, a la familia que soportó una larga e intensa campaña electoral y a todos los colaboradores voluntarios, dirigentes y agrupaciones que habían confiando en un proyecto político que teníamos en honor de encabezar.

Descansé unas horas y sentí esa satisfacción de haber alcanzado la meta. Pero al otro día ya comencé a sentir el peso de la responsabilidad de ser un Representante Nacional, un legislador que tiene que trabajar en el Parlamento para legislar y fiscalizar pero que también tiene que permanecer en contacto con sus representados, recorrer el departamento, los barrios y estar siempre conectado con la gente y sus problemas. Creo que es la única forma de ser un fiel representante y una herramienta útil para servir a la comunidad.

Explorador del Rey
-PCuy. ¿Usted es cristiano?
-GA.
Con 9 años conocí al Señor y gracias a El crecí en un hogar cristiano, fui instruido desde niño en la escuela dominical, participé en los Exploradores del Rey, tuve actividades juveniles cristianas y conformé un hogar bajo los principios bíblicos.

Mi principal alegría es ver a mis hijos crecer en las enseñanzas de nuestro Señor.
-PCuy. ¿En dónde se congrega?
-GA.
En la Iglesia Evangélica Bautista Centro-Marconi de la ciudad de Rivera.
-PCuy. ¿Participa de algún ministerio cristiano en especial sin ser la Iglesia?

-GA. Tengo una participación activa en el Instituto Jurídico Cristiano del Uruguay y en la Red Latinoamericana de Abogados Cristianos, en la que nos integramos con profesionales del derecho de toda América y compartimos experiencias, conocimiento y luchas en defensa de temas como la Vida, la Familia, los desprotegidos y la libertad religiosa. Ha sido además una experiencia que compartimos juntos con mi esposa, que nos ha hecho mucho bien como matrimonio y en la que hemos conocido a un grupo de hermosos hermanos de varias denominaciones y con los que hemos cultivado una gran amistad.

Responsabilidad
-PCuy. ¿Qué sensación siente al enterarse que será el primer diputado evangélico en el Uruguay?
-GA.
Una gran responsabilidad frente a la sociedad, que nos va a estar midiendo en cada acto y en cada palabra. Frente a la Iglesia que supongo va a depositar expectativas en un representante que salió de su seno. Pero fundamentalmente la gran responsabilidad la siento frente a Dios, ya que pretendo ser una herramienta útil en sus manos y cumplir fielmente con la misión que Él me encargue frente a cada tema.
-PCuy. ¿Dios ya le había hablado de esta responsabilidad que asumiría?

-GA. Hace algunos años tuve una lucha muy grande dentro de la actividad política que me llevó a preguntarme si valía la pena seguir trabajando en ello?. Le pedí dirección al Señor y algunas señales claras, como Gedeón con el vellón de lana. Tuve de parte del Señor señales claras y una de ellas fue el conocimiento de la vida de William Wilberforce, un hombre que se convirtió al Señor siendo un parlamentario británico y cuando dudó en renunciar a su banca, su pastor John Newton le dijo que “se espera y cree que el Señor lo ha levantado a usted para el bien de su Iglesia y para el bien de la Nación”. Esas palabras me llegaron en un momento muy especial y me tocaron muy profundamente.
Nota B. 1274 c.

La Biblia en el sistema educativo para afirmar valores

-PCuy. En temas tan delicados como la defensa de la vida y sobre la protección de los valores de la familia, ¿aspira a ser una luz en un lugar como el Palacio Legislativo muchas veces considerado como de tinieblas?

-GA. Aspiro a cumplir con la sociedad inspirado en la palabra de Dios y con la ayuda de nuestro Señor. En la Junta de Rivera tuve que enfrentar a una disertación de la promoción de policlínicas de asesoramiento para el aborto fuera de riesgo. Ese día tuve el impulso del Señor y pude levantar la voz para denunciar la “cultura de la muerte” y defender la vida desde la concepción. Creo que esa sola intervención, en una noche, valió la pena haber estado 10 años en la Junta de Rivera.
-PCuy. En países como Chile y otros de la región ya se instituyó el Día de la Biblia el 31 de octubre como reconocimiento a Martín Lutero. ¿Usted podría proponer una iniciativa en ese sentido?
-GA.
Creo que puede ser una buena propuesta aunque considero mucho más necesario y efectivo, dar una discusión para la que, respetando la laicidad, la Biblia sea un texto de cabecera en nuestro sistema educativo para la afirmación de valores. No es para promover un determinado culto o fé sino para rescatar los valores y principios sobre los que se construyó nuestra civilización.

Nota C. 1730 c.

Como David, Salomón y Pablo

-PCuy. ¿Es posible conciliar el papel de un político sin entrar en contradicción con la condición de una cosmovisión cristiana?

-GA. Con la ayuda de Dios creo que no será difícil. Hay muchas tentaciones pero creo que en esos ambientes hostiles hay que moverse con la prudencia que tenía David, con la sabiduría que le fue concedida a Salomón y como nos aconseja Pablo “ser humildes como palomas y astutos como serpientes”.

-PCuy. ¿Ha observado que el rol de Dios estuvo presente en su campaña electoral?
-GA. Estuvo presente en todo, hasta en los más mínimos detalles. Como cristianos estamos acostumbrados a vivir por fe y le entregamos al Señor todas las cosas para que Él fuera decidiendo y entregándonos las respuestas a cada pregunta. El proveyó los recursos, los acompañantes, el ánimo de los colaboradores y hasta nuestras propias fuerzas o palabras.
-PCuy ¿Cree que el crecimiento de la Iglesia evangélica en Rivera fue uno de los factores que contribuyó para que usted hoy sea diputado?

-GA. Muchos líderes y hermanos, me apoyaron en oración y algunos me votaron. Pero creo que el voto cristiano está lejos de ser un bloque compacto. También había líderes y hasta candidatos cristianos que integraban otras listas y partidos. Creo que más que captar a los votantes cristianos, los cristianos en política tenemos que cautivar con nuestro mensaje a los que no son creyentes, que puedan apreciarla diferencia y los valores que defendemos, con independencia de a que Iglesia vamos o a que denominación pertenecemos. Claro que nos gustaría que el pueblo de Dios pueda tener un mismo espíritu a la hora de votar, pero hay diversos factores que conspiran contra ello. Solo el Espíritu Santo puede hacer la obra en ese sentido.

fuente: http://prensacristianauy.com/2009/12/entrevista-a-gerardo-amarilla/

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Diputado Gerardo Amarilla

BIENVENIDOS
Este blog es una forma de comunicación de quien te escribe, Dr. Gerardo Amarilla, Representante Nacional por el Departamento de Rivera, electo para el período 2010-2015. Esta página comenzó como una vía de comunicación permanente con la ciudadanía cuando fuí electo edil departamental de Rivera, por la lista 15 del Partido Nacional, para cumplir su función durante el mandato 2005-2010. Aquí hay un resumen de la gestión que cumplo así como la información para ponerse en contacto.
Esta fundamentalmente dirigido a los ciudadanos porque considero que tienen el derecho de conocer sobre la gestión de sus representantes, así como opinar, consultar y cuestionar sobre la misma.